Reemplazo de disco lumbar: 9 claves para decidir con seguridad

El reemplazo de disco lumbar (artroplastia discal) puede aliviar el dolor de origen discogénico preservando la movilidad del segmento, pero no es para todo el mundo. Aquí encontrarás cuándo se indica, quién no es candidato, cómo se realiza, beneficios y riesgos reales, tiempos de recuperación y señales de urgencia. Incluye lista de comprobación y preguntas frecuentes.

 

¿Qué es el reemplazo de disco lumbar (ADR)?

Es una cirugía que sustituye un disco intervertebral lumbar degenerado por una prótesis que intenta mantener el movimiento del segmento. A diferencia de la fusión —que inmoviliza— la artroplastia busca conservar biomecánica más fisiológica. El objetivo no es “curar todo el dolor de espalda”, sino mejorar el dolor discogénico tras un diagnóstico sólido y fracaso del tratamiento conservador.

 

Indicaciones y quién podría ser candidato

  • Dolor lumbar discogénico confirmado (clínica compatible y pruebas de imagen) tras al menos 6 meses de manejo conservador bien hecho.
  • Afectación de 1 nivel (a veces 2) sin deformidad relevante.
  • Sin inestabilidad/estenosis ósea significativa ni compresión radicular que requiera otra técnica.

Importante: la selección es clave; un buen candidato con expectativas realistas tiene más probabilidades de buen resultado.

 

Contraindicaciones habituales

  • Artrosis facetaria relevante o elementos posteriores insuficientes.
  • Estenosis central o foraminal significativa, espondilólisis/espondilolistesis.
  • Escoliosis, osteoporosis, obesidad marcada, infección activa, fusión previa en el nivel.

 

¿Cómo se realiza la cirugía?

El procedimiento se realiza con anestesia general mediante abordaje anterior a través de una incisión abdominal baja. Se extrae el disco enfermo, se preparan cuidadosamente los platillos vertebrales y se implanta la prótesis guiada por radiología intraoperatoria. La intervención suele durar entre 60 y 120 minutos según el caso. Tras la cirugía, la deambulación precoz y el control del dolor multimodal forman parte de los protocolos actuales.

 

Beneficios esperables frente a fusión

  • Preservación del movimiento segmentario y potencial reducción del estrés sobre niveles adyacentes.
  • Recuperación inicial más ágil en algunos casos (menos daño a musculatura posterior al evitar abordaje dorsal).
  • Resultados funcionales comparables a la fusión en el medio plazo en pacientes seleccionados.

Matiz: no todos los dolores de espalda mejoran con ADR, y mantener la movilidad no garantiza ausencia de dolor a largo plazo.

 

Riesgos y efectos adversos (qué dice la evidencia)

  • Complicaciones generales: sangrado, infección, trombosis, eventos anestésicos.
  • Lesiones vasculares o nerviosas (poco frecuentes) por el abordaje anterior.
  • Problemas del implante: mala posición, subsistencia, osificación heterotópica, dolor persistente o necesidad de reintervención.
  • Conversión a fusión en el futuro si la evolución o la anatomía lo exigen.

La selección adecuada del caso, la técnica cuidadosa y la rehabilitación personalizada reducen riesgos y mejoran la probabilidad de satisfacción.

 

Diagnóstico: cómo confirmar que el dolor es discogénico

La decisión no se basa en una sola imagen. Se integra historia clínica, exploración, pruebas de imagen (radiografías dinámicas, RM) y, en casos seleccionados, pruebas complementarias. En pacientes con comorbilidades complejas, puede ser útil una evaluación multidisciplinar (fisioterapia, dolor, genética farmacológica) para ajustar el plan terapéutico.

 

Alternativas terapéuticas

No quirúrgicas

  • Educación en dolor y terapia de ejercicio progresivo (control motor, fuerza, capacidad aeróbica).
  • Optimización del sueño, ergonomía y reducción de factores de perpetuación (tabaco, sedentarismo).
  • Tratamiento farmacológico individualizado; considerar farmacogenética cuando procede.
  • Infiltraciones selectivas/ablaciones por radiofrecuencia en dolor facetario (cuando está indicado).

Quirúrgicas

  • Fusión intersomática (cuando existe inestabilidad, deformidad o contraindicaciones para ADR).
  • Descompresión (laminectomía/foraminotomía) si el problema principal es la compresión neural.
  • Cirugía de revisión en casos seleccionados tras procedimientos previos.

 

Tiempos de recuperación realistas

  • Primeras 24–72 h: control del dolor y deambulación precoz.
  • Semanas 1–2: caminar a diario, evitar flexión/torsión cargada; reincorporación progresiva a tareas ligeras.
  • Semanas 3–6: ejercicio guiado (control motor, core); muchos pacientes retoman trabajo de baja exigencia física.
  • Meses 3–6: aumento de cargas; deportes de impacto solo si la evolución lo permite y con autorización médica.

Los plazos varían según edad, nivel operado, condición física y tipo de trabajo.

 

Cuándo acudir a urgencias

  • Fiebre alta persistente y dolor lumbar desproporcionado.
  • Pérdida súbita de fuerza o sensibilidad en piernas.
  • Incontinencia/retención urinaria aguda o anestesia en “silla de montar”.
  • Dolor torácico, disnea, hinchazón dolorosa de una pierna (signos de trombosis/embolia).

 

Mitos y realidades

  • Mito: “El ADR cura cualquier dolor de espalda.”
    Realidad: ayuda en dolor discogénico seleccionado; no todo dolor es discal.
  • Mito: “Siempre es mejor que la fusión.”
    Realidad: depende de anatomía, facetas, estabilidad y objetivos.
  • Mito: “Si conservo el movimiento, no habrá problemas futuros.”
    Realidad: puede haber osificación heterotópica o reintervenciones.

 

Preguntas frecuentes

¿El reemplazo de disco lumbar sirve para hernias con ciática?

No es el objetivo principal. Si la prioridad es descomprimir un nervio, puede indicarse una cirugía de descompresión primero. El ADR se valora cuando el dolor es predominantemente discogénico y no hay contraindicaciones.

¿Cuánto dura una prótesis discal?

Los implantes actuales están diseñados para durar muchos años. Aun así, pueden requerirse reintervenciones por desgaste, osificación o problemas mecánicos, aunque no es lo habitual.

¿Se puede operar más de un nivel?

En algunos casos seleccionados se plantean dos niveles, pero aumenta la complejidad y no siempre es recomendable. La decisión depende de anatomía y síntomas.

¿Cuándo podré conducir o volver a trabajar?

Conducción: cuando puedas reaccionar sin dolor y sin medicación sedante (a menudo tras 2–4 semanas). Trabajo: de oficina, 2–6 semanas; físico, más tiempo y progresivo.

¿El ADR evita la degeneración del nivel adyacente?

Puede reducir el estrés en niveles vecinos al preservar movimiento, pero no garantiza ausencia de cambios degenerativos a largo plazo.

¿Y si tengo artrosis facetaria?

La artrosis facetaria significativa suele ser una contraindicación para ADR; en esos casos otras técnicas pueden ser más adecuadas.

 

Glosario

ADR: reemplazo total de disco (artroplastia discal).
Fusión: unión permanente de vértebras para estabilizar.
Osificación heterotópica: formación ósea alrededor del implante que puede limitar el movimiento.
Subsistencia: hundimiento del implante en el hueso vertebral.

 

¿Necesitas una valoración?

Si te identificas con este perfil y quieres saber si el ADR encaja contigo, solicita una evaluación con un especialista en columna. Una consulta estructurada (clínica + imagen + plan de rehabilitación) es el primer paso para decidir con seguridad.

 

Referencias

  1. Reemplazo de disco lumbar (página informativa de especialista): https://drgilete.com/es/especialidades/cirugia-lumbar/reemplazo-de-disco-lumbar/
  2. MedlinePlus (Enciclopedia Salud): Reemplazo de disco lumbar: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007745.htm
  3. NICE IPG306 (Guía de procedimiento): https://www.nice.org.uk/guidance/ipg306
  4. Orthopedic Reviews 2024 (metaanálisis LDR vs fusión): https://orthopedicreviews.openmedicalpublishing.org/article/116900-lumbar-disc-replacement-versus-interbody-fusion-meta-analysis-of-complications-and-clinical-outcomes
  5. PubMed 2018 (5 años, TDR vs fusión): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29977727/
  6. NASS 2024 (policy ADR lumbar): https://www.premera.com/medicalpolicies-individual/7.01.589.pdf

 

Este contenido es educativo y no sustituye una consulta médica personalizada. Ante dudas o síntomas agudos, acude a tu profesional o a urgencias.

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