7 pasos para recuperar la movilidad tras cirugía cervical

La cirugía cervical es un hito importante en el camino hacia la recuperación de la función del cuello y la calidad de vida. Sin embargo, el éxito quirúrgico se consolida fuera del quirófano, cuando el paciente adopta estrategias precisas y cronológicas para recuperar la movilidad de la columna cervical. A continuación, encontrarás un plan en siete pasos respaldado por la evidencia científica más actual y la experiencia clínica del Dr. Vicenç Gilete, neurocirujano y cirujano de columna con sede en Barcelona.

Aviso importante: cada intervención es única. Sigue siempre las indicaciones personalizadas de tu cirujano y de tu equipo de rehabilitación. Este artículo proporciona pautas generales que pueden requerir ajustes en función de tu estado de salud, tipo de cirugía (ACDF, artroplastia discal, descompresión posterior, etc.) y evolución postoperatoria.

 

 

Paso 1 – Revisión clínica temprana y planificación individualizada

La movilización segura comienza con la primera visita de control, habitualmente entre los 7 y 10 días tras la intervención. En ella se comprueban:

  • Integridad de la herida y cicatrización cutánea.

  • Signos de inflamación o hematoma.

  • Valoración neurológica básica (fuerza, sensibilidad, reflejos).

Con estos datos, el cirujano define un protocolo de rehabilitación progresiva. Una planificación detallada desde el día 1 evita complicaciones y acelera la recuperación funcional.

 

Paso 2 – Control del dolor y de la inflamación

Un umbral de dolor bien gestionado favorece la participación activa en la rehabilitación. Las estrategias combinan:

  • Analgésicos multimodales (paracetamol, co‑analgésicos o, puntualmente, opioides de corta duración).

  • Medidas físicas: hielo local intermitente (10 min, 3 veces/día) y compresión ligera si existe edema.

  • Educación sobre el uso juicioso de AINEs: evita los antiinflamatorios durante las primeras 12 semanas si se ha realizado fusión ósea (riesgo de pseudoartrosis).

 

Paso 3 – Deambulación y movilidad global precoz (Días 1‑14)

El movimiento comienza fuera del cuello:

  1. Levantarse de la cama con la técnica de “bloqueo en tronco” para proteger la cervical.

  2. Caminar distancias cortas varias veces al día, aumentando 5‑10 minutos diarios según tolerancia.

  3. Movilizar hombros, codos y muñecas para estimular la circulación y prevenir rigideces.

Este abordaje activa la bomba muscular, disminuye el riesgo de trombosis venosa profunda y prepara el cuerpo para la siguiente fase.

 

Paso 4 – Ejercicios de rango de movimiento cervical supervisados (Semanas 2‑4)

Cuando la herida está consolidada y el dolor controlado, el fisioterapeuta inicia movimientos activos asistidos:

  • Flexión–extensión suave (sin llegar a los límites dolorosos).

  • Rotación izquierda‑derecha dentro de un arco del 30‑40 %.

  • Inclinación lateral con apoyo manual del terapeuta.

Se recomiendan 2‑3 series de 10 repeticiones por movimiento, 1‑2 veces al día. El objetivo es restaurar la propiocepción articular y evitar adherencias miofasciales.

 

Paso 5 – Fortalecimiento isométrico y control motor profundo (Semanas 4‑8)

Una vez recuperado el rango inicial, se introducen ejercicios para los flexores profundos del cuello (longus colli y longus capitis) y los extensores suboccipitales:

  • Chin tuck en posición supina y sedente: mantener 5 segundos, 10 repeticiones.

  • Presión isométrica suave contra la mano en los cuatro ejes (flexión, extensión, rotación e inclinación).

  • Ejercicios con banda elástica de baja resistencia.

Estos gestos mejoran la estabilidad segmentaria y reducen el riesgo de hipermovilidad compensatoria en niveles adyacentes.

 

Paso 6 – Reeducación postural y ergonomía (Semanas 6‑12)

A medida que la fuerza aumenta, el foco pasa a la higiene postural en actividades cotidianas:

  • Ajustar la altura del monitor al nivel de los ojos y usar soporte lumbar al sentarse.

  • Programar descansos activos cada 30 minutos de trabajo prolongado al ordenador.

  • Aprender técnicas de levantamiento de objetos que eviten la flexión cervical forzada.

La ergonomía adecuada disminuye la carga sobre las articulaciones facetarias y los discos, favoreciendo una rehabilitación duradera.

 

Paso 7 – Integración funcional y seguimiento a largo plazo (Mes 3 en adelante)

La fase final incluye:

  • Ejercicio aeróbico moderado (bicicleta estática, natación estilo espalda) tres veces por semana.

  • Entrenamiento de fuerza global con énfasis en la musculatura escapular y dorsal.

  • Reevaluaciones clínicas a los 3, 6 y 12 meses con radiografía y/o TC dinámico para verificar la consolidación del injerto o la correcta cinemática de la prótesis.

La continuidad del seguimiento permite detectar precozmente fenómenos como la osificación heterotópica o la pseudoartrosis y tratarlos antes de que limiten el rango de movimiento.

 

Conclusión

Recuperar el movimiento tras una cirugía cervical es un proceso gradual y estructurado. Seguir estos siete pasos —planificación individualizada, analgesia adecuada, movilidad precoz, ejercicios progresivos, fortalecimiento isométrico, ergonomía y seguimiento continuo— maximiza las probabilidades de volver a una vida activa sin dolor. El compromiso del paciente, la guía experta del cirujano y la colaboración con un equipo de rehabilitación especializado son los pilares de un resultado óptimo.

 

Preguntas frecuentes

¿Cuánto tiempo tardaré en recuperar por completo la movilidad del cuello?
La mayoría de los pacientes alcanza entre el 80 % y el 90 % de su rango de movimiento habitual en los primeros 3 – 6 meses, siempre que sigan un programa de rehabilitación supervisado y sin incidencias postoperatorias.

 

¿Puedo conducir después de la cirugía cervical?
La conducción suele permitirse cuando puedes girar la cabeza con seguridad y estás libre de medicación sedante; en la práctica, esto ocurre a partir de la 3.ª – 4.ª semana, pero tu cirujano debe confirmarlo.

 

¿Qué deportes son seguros durante la rehabilitación?
Se recomiendan actividades de bajo impacto como caminar, bicicleta estática y natación estilo espalda. Deportes de contacto o con riesgo de colisiones (fútbol, baloncesto) deben posponerse al menos 6 meses o hasta obtener autorización médica.

 

¿Necesitaré fisioterapia presencial o puedo hacerlo en casa?
Una combinación de sesiones presenciales (para aprendizaje de técnica y progresiones) y ejercicios domiciliarios diarios ofrece los mejores resultados; la frecuencia típica es 1‑2 visitas semanales durante las primeras 8 semanas.

 

¿Cuándo podré volver al trabajo?
La reincorporación depende del tipo de labor. Para trabajos de oficina, suele ser posible entre la 4.ª y 6.ª semana, siempre que puedas mantener una postura neutra y dispongas de descansos frecuentes. Trabajos físicos o con riesgo de impactos pueden requerir 3 – 4 meses.

 

¿Qué señales de alarma deben hacerme consultar de inmediato?
Dolor agudo progresivo, fiebre > 38 °C, enrojecimiento o secreción de la herida, pérdida súbita de fuerza en brazos o piernas y dificultad respiratoria son motivos para acudir a urgencias.

 

¿Es normal sentir hormigueo o adormecimiento en brazos durante el postoperatorio?
Una parestesia leve y transitoria es frecuente las primeras semanas por la manipulación nerviosa. Si persiste más de 8 semanas o se intensifica, tu cirujano puede solicitar pruebas de imagen y EMG.

 

¿Necesitaré retirar la placa o los tornillos en el futuro?
En la mayoría de los casos, el material de osteosíntesis permanece de forma definitiva sin causar problemas. Solo se retira si existe dolor mecánico, aflojamiento o infección.

 

Fuentes:

  • Dr. Vicenç Gilete, Neurocirujano & Cirujano de Columna.

  • North American Spine Society. Cervical Spine Post‑Operative Rehabilitation Guidelines (2024).

  • Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy. Cervical Spine Exercise Progression after Anterior Cervical Discectomy and Fusion (2023).

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