Mielopatía cervical: síntomas, pruebas y cuándo operar

Resumen ejecutivo

La mielopatía cervical degenerativa ocurre cuando la médula espinal se comprime en el cuello por cambios del desgaste (discos, osteofitos y ligamentos). Provoca torpeza en las manos, inestabilidad al caminar, rigidez y, en fases avanzadas, problemas urinarios. El diagnóstico se basa en la exploración neurológica y en la resonancia magnética (RM) que confirme la compresión. En enfermedad moderada–severa o progresiva, la descompresión quirúrgica es el tratamiento estándar; en casos leves y estables, puede plantearse manejo conservador con seguimiento estrecho.
  • La mielopatía cervical es disfunción de la médula espinal por compresión en la columna cervical.
  • Señales clave: torpeza manual, caídas, rigidez, hiperreflexia, marcha inestable, alteraciones de esfínteres.
  • Diagnóstico: exploración neurológica + RM; la escala mJOA orienta la gravedad clínica.
  • Cuándo operar: si hay gravedad moderada–severa, progresión clínica o déficits neurológicos objetivos.
  • Urgencias: pérdida brusca de fuerza, caídas repetidas, pérdida de control de orina/heces o fiebre con dolor cervical intenso.

 

¿Qué es la mielopatía cervical?

La mielopatía cervical degenerativa (DCM) es la alteración neurológica causada por la compresión crónica de la médula espinal en la región cervical. El proceso degenerativo del disco intervertebral, la formación de osteofitos, el engrosamiento del ligamento amarillo y la osificación del ligamento longitudinal posterior (OPLL) reducen el calibre del canal vertebral y comprometen el tejido medular mediante mecanismos mecánicos, isquémicos e inflamatorios.

 

Síntomas y señales de alerta

  • Torpeza manual: dificultad para abotonarse, escribir o manipular objetos pequeños.
  • Marcha inestable y desequilibrio, con riesgo de caídas.
  • Hiperreflexia, signo de Hoffmann o Babinski, y rigidez.
  • Dolor y rigidez cervical de intensidad variable.
  • Parestesias (hormigueos) y debilidad en manos y brazos.
  • Urgencia o incontinencia urinaria en fases avanzadas.

La aparición de signos piramidales, caídas o alteraciones de esfínteres exige valoración preferente por el riesgo de deterioro neurológico irreversible.

 

Cómo se diagnostica (exploración, RM, mJOA)

Exploración neurológica

Incluye fuerza, sensibilidad, reflejos, pruebas de coordinación y marcha, y la búsqueda de signos de afectación de la vía piramidal (Hoffmann, Babinski, clonus).

 

Pruebas de imagen

La resonancia magnética (RM) es la prueba de elección para confirmar la compresión medular y evaluar cambios del cordón (p. ej., hiperseñal compatible con mielomalacia). La tomografía computarizada (TC) complementa la valoración ósea, especialmente en OPLL u osteofitos marcados.

 

Escala mJOA

La escala mJOA (0–18) clasifica la gravedad funcional: leve (15–17), moderada (12–14) y severa (≤11). Ayuda a objetivar síntomas y a orientar decisiones terapéuticas y seguimiento.

 

Tratamientos: conservador vs quirúrgico

Manejo conservador (casos leves y estables)

  • Educación postural y medidas de protección cervical en la vida diaria.
  • Fisioterapia orientada a equilibrio, coordinación y fuerza; evitar manipulaciones de alta velocidad.
  • Tratamiento analgésico y, si procede, neuromoduladores para dolor neuropático.
  • Seguimiento clínico estrecho y RM si los síntomas cambian o progresan.

 

Tratamiento quirúrgico (estándar en moderada–severa o progresiva)

El objetivo es descomprimir la médula y, cuando se indica, estabilizar la columna. La elección del abordaje depende de los niveles afectados, la alineación cervical y la presencia de OPLL:

  • Abordajes anteriores: discectomía y fusión (ACDF) o artroplastia en casos seleccionados.
  • Abordajes posteriores: laminoplastia o laminectomía con o sin instrumentación.

En general, una intervención temprana se asocia con mejores resultados funcionales y menor discapacidad a largo plazo.

 

Beneficios y riesgos de la cirugía

Beneficios esperables

  • Mejoría de la marcha, el equilibrio y la destreza manual.
  • Reducción de parestesias y/o dolor neuropático asociado.
  • Detención de la progresión del déficit neurológico.

 

Riesgos y efectos adversos

  • Infección, hematoma o lesión neurológica (poco frecuentes).
  • Disfagia o ronquera transitoria en abordajes anteriores.
  • Pseudoartrosis, dolor de hombros/cuello o osificación heterotópica (artroplastia).
  • Síndrome de nivel adyacente en fusiones a largo plazo.

La indicación debe individualizarse, explicando opciones, beneficios y riesgos en un consentimiento informado claro.

 

Criterios prácticos para derivación

  • Déficit neurológico objetivo (fuerza, sensibilidad) o signos piramidales.
  • Inestabilidad de la marcha y caídas.
  • Progresión de síntomas o afectación de esfínteres.
  • Duda diagnóstica razonable de mielopatía cervical en atención primaria.

La demora en la valoración especializada puede empeorar el pronóstico funcional.

 

Tiempos de recuperación realistas

  • Ingreso: 24–72 horas en muchos casos, según técnica y niveles.
  • Deambulación: primeras 24 horas, con fisioterapia precoz.
  • Vuelta al trabajo: 2–6 semanas en tareas de oficina; 6–12 semanas o más en trabajos físicos.
  • Mejoría neurológica: puede continuar hasta 6–12 meses, ligada a la gravedad inicial.

 

Cuándo acudir a urgencias

  • Pérdida súbita de fuerza en brazos o piernas.
  • Caídas repetidas o empeoramiento brusco de la marcha.
  • Pérdida del control de orina o heces.
  • Fiebre con dolor cervical intenso.

Estos escenarios requieren atención urgente para descartar compresión aguda o complicaciones.

 

Mitos y realidades

  • “La fisioterapia siempre lo cura” → En DCM moderada–severa, la cirugía suele ser el estándar para evitar deterioro.
  • “Si no duele, no es grave” → Puede haber déficits motores y sensitivos sin dolor cervical intenso.
  • “Es mejor esperar” → En casos progresivos, retrasar la cirugía empeora resultados; en leves estables, puede considerarse manejo conservador con control.

 

Checklist para el paciente

  • Anotar síntomas (inicio, evolución, caídas, esfínteres).
  • Reunir exploraciones previas y una RM reciente si es posible.
  • Pedir que se indique su puntuación mJOA y objetivos realistas.
  • Resolver dudas sobre abordaje anterior o posterior, niveles y necesidad de fusión.
  • Comprender riesgos, plan de rehabilitación y señales de alarma.

 

FAQs

¿La mielopatía cervical siempre duele?

No necesariamente. En muchas personas predominan la torpeza manual, la rigidez y los problemas de equilibrio sobre el dolor.

 

¿Qué prueba confirma el diagnóstico?

La resonancia magnética cervical que muestre compresión de la médula, interpretada junto con los hallazgos de la exploración neurológica.

 

¿Puedo evitar la cirugía si soy leve?

Si la enfermedad es leve y estable, suele considerarse manejo conservador y seguimiento estrecho. Ante progresión o nuevos déficits, se valora cirugía.

 

¿La cirugía recupera al 100 %?

No siempre. El objetivo principal es detener la progresión y mejorar la función. Los resultados son mejores cuando se interviene de forma temprana.

 

¿Qué es la escala mJOA?

Una escala clínica de 0 a 18 puntos que clasifica la gravedad (leve, moderada o severa) y ayuda a orientar el tratamiento y el seguimiento.

 

¿Cuándo podré volver a trabajar?

En trabajos de oficina suele ser posible entre 2 y 6 semanas; en tareas físicas, de 6 a 12 semanas o más, según técnica, niveles y evolución.

 

¿La artroplastia cervical sirve para todos los casos?

No. Depende de la edad, los niveles afectados, la alineación cervical y contraindicaciones como OPLL extenso o inestabilidad.

 

¿Podré hacer deporte de impacto tras la cirugía?

La reintroducción es progresiva y personalizada. Los deportes de contacto suelen requerir más tiempo y autorización médica específica.

 

Glosario

DCM: Mielopatía cervical degenerativa; disfunción de la médula por compresión crónica en el cuello.
OPLL: Osificación del ligamento longitudinal posterior; puede estrechar el canal vertebral.
Ligamento amarillo: Banda elástica posterior que puede engrosarse e invadir el canal en el desgaste.
mJOA: Escala funcional de 0–18 puntos que clasifica la gravedad de la DCM.
Descompresión: Cirugía destinada a liberar la médula  espinal de la compresión.
ACDF: Discectomía y fusión cervical anterior; técnica para descomprimir y estabilizar.

Referencias

  • Dr. Vicenç Gilete – Neurocirujano y Cirujano de Columna
  • Actualizaciones en conceptos de DCM (Journal of Spine Surgery, 2024).
  • Revisión sistemática y metaanálisis de resultados tras cirugía de DCM (NASS Open Access, 2025).
  • Recomendaciones del comité WFNS Spine para mielopatía cervical espondilótica (Neurospine, 2019).
  • Guías y resúmenes para atención primaria sobre diagnóstico y derivación en mielopatía cervical.

 

Aviso: Este contenido es educativo y no sustituye la valoración médica individual.

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